PAULA DOLITTLE.
Hoy, tal vez porque se llegó diciembre, me dió por recordar a mis mascotas más queridas, que aunque fueron muchas, estas fueron las más significativas.
Comencemos con "EL POLLO PERRO".
Me lo gané en un Bazar del Licéo Francés, no era azul, era amarillo y hermoso. Me lo llevé a escondidas porque a mi mamá eso de los animalitos nunca le ha gustado, pero después de ver mis lagrimas y mi tristeza profunda cada que me sacaba un animalito de la casa, creo que lo entendió.
A mi pollo le puse "Pollo", y así lo llamaba cuando llegaba del colegio: "polloooooo" y de verdad el sabía que yo llegaba y salía.
De inemdiato me sentaba a almorzar y le pedía a la señora que trabajaba en mi casa que me trajera una mortadela, la partía en tiritas, subia a Pollo a la mesa y le daba tiritas de mortadela. Eso si, hasta que no veía que el "buche" se le iba a explotar, no dejaba de darle comida y claro, como ya estaba lleno habia que sacarlo. Nuevamente le decía a la señora que trabajaba en la casa, que me pasara la correa de Pollo. Ojo, la correa era una soguita de nada, pues calculen para el cuellito de un pollo.
Y me iba con Pollo y mi orgullo a pasearlo por los andenes que rodeaban mi edificio. Volviamos a la casa y lo metía en mi maleta para que me acompañara a hacer tareas hasta que ya me embolataba viendo tele y dejaba a Pollo ser lo que era realmente.
De repente me acordaba de el y me iba a jugar. Lo levantaba lo más alto que pudiera y lo soltaba porque quería que volara, hasta que un día Pollo se aburrió y cuando lo tiré para que volará, me pico el ojo. No por coqueto, por animal!! me revento las venitas de mi ojo y mi mamá casi lo revienta a el. Ese día me despedí de Pollo.
MARIELA.
Me la regalo un amigo que tenía traga maluca por mi, y si yo decía quiero tal, el llegaba con tal a mi casa. Así fue como un día dije: Quiero un conejito. Y llegó una coneja a mi casa, la cual después de mucho pensarlo, bauticé Mariela.
Marielita era lo máximo. Lo mismo, yo llegaba del colegio, me asomaba por la puerta del balcón y le silvaba y ella se paraba en dos paticas para que le abriera. Ummm, tan linda.
La sacaba y comenzabamos a jugar. (en realidad yo creo que ella jugaba conmigo y asi lo quiero creer.)
Después a dormir con ella bajo el rayo de sol que entraba por la ventana del estudio, hasta que sentia una sensación calientica en la barriga, en los hombros en todos lados. Que hijuemadre para ser tan cochina.... no le importaba hacer de las suyas encima de su mamá. Después iba por chocolatina Jet. Me ponia una tabletica entre los dientes y asi comiamos las dos.
Es increible pero estoy sintiendo el olor de marielita.
Y bueno, debe ser porque su final no fue lindo. Me tocó viajar a Bogotá y se la dejé encargada a mi papá y el a uno de sus trbajadores quién se la encargo a su esposa para que hiciera un conejito asado bien rico. Mucho hijue......
Perdón marielita.
BONO
Una pequeña tortuga que intenté criar pero la muy ingrata se me murió a los dos días.
MI MARRANO TOBIAS.(Todavia está vivo)
Nooooo, no es un marrano. Pero casi.
Cuando cumplí 18 años, después de muchas peticiones al niño Dios para que me trajera un perro, a lo que el hacia caso pero me traía de lana, cuero, peluche etc. Llegó Tobias. Lo traía mi papá en una jaulita, la abrí y salió esa bolita de arrugas negra, un Shar Pei hermoso.
Por culpa de Tobi me tiré varias materias en la U. Pero es que la vida no me daba para irme a la universidad y dejarlo solito. Así que comenzó nuestra historia. Le enseñé a jugar escondite, a que me envistiera como si fuera un toro, a dar la mano, la otra, arriba, sentado, lo disfracé de Hawaiano, de chico Trans, me ayudó a conseguir novio dos veces, me hizó entender el significado de un hijo, en serio. Sobretodo cuando me fuí de viaje un año y volví....fué terrible. ël no me lo perdonó, de hecho me gruñó!! y claro a pedirle perdón. Pero aunque parezca extraño, Tobi nunca volvió a ser el mismo conmigo. NUnca.
Me da la mano, me emviste de vez en cuando, pero ya no me mira como antes. Y yo si lo sigo queriando con todo mi corazón. Aunque hizo que mi papá sufriera un preinfarto cuando quebró su precolombino más querido, hizo que nos mandaran carta de la admon. del edificio porque volvió mierda las puertas del ascensor por el afán de salir, me mordió muy duro el cachete, solo me dió un nieto, no daba la mano delante de cualquiera, se le comió unas medias a mi mamá, un lapiz muy fino a mi papá, me dejó una que otra cicatriz en las piernas, a pesar de hacerme caer en la calle porque nunca aprendió a salir como un perro normal, a pesar de todo eso. yo amo a ese marrano.
Y bueno, entre las otras que han pasado por mi vida hay de todo, ovejos, perros y más perros, periquitos australianos (los que peor final tuvieron en mis manos), una hormiga que vivía entre un kleenex, pescados, ratoncitos, huevos de un insecto rarisimo que me dió por cuidar y bueno es una lista larga.
3 Comments:
jajajaja pobre pollo
entonces el perro te ayudo a conseguir dos novios, interesante istoria, si la quieres compartir....
jajaja... 'huevos de un insecto rarísimo que me dio por cuidar...'
Post a Comment
<< Home